jueves, 21 de julio de 2011

Jaime Guzmán, Pinochet y su legado en educación: Muertos y Enterrados

Jaime Guzmán. Politico fundador de la UDI y asesinado en 1991
El título de la primera entrada de este log es duro hay que decirlo. Es más, yo diria brutal. La movilización de los estudiantes universitarios y secundarios, sin embargo, busca precisamente esto: reformar desde sus principales estructuras un modelo educacional que fue parte de un constructo ideológico. Un constructo ideológico que se impuso a sangre y fuego sobre otro al cual se ataco y finalamente se destruyó acusandolo de ser una mera "ideología"; peligrosa, inaplicable, enemiga de la libertad. ¡Que raro suena todo esto! Como bien dice Slavoj Zizek, ninguna ideología se presenta a sí misma como tal, sino que se legitima demarcandose sobre otra "mera ideología", y este rasgo es universal. En otras palabras, siempre serán otros los "ideologizados" y nosotros los que sustentamos la "posición verdadera". Asi, tal cual.
En los hechos nos estamos refiriendo al derrocamiento del gobierno de la Unidad Popular, encabezado por Salvador Allende y el cual abrazaba los principios de el socialismo, por  un golpe de estado liderado por las Fuerzas Armadas y de Orden y que en cuya cabeza encontramos a Augusto Pinochet. Un golpe de estado infundido, confabulado y alegremente celebrado por los grandes intereses económicos de este pais, aglutinados en una derecha tradicional, reaccionaria y conservadora, y la intervernción abierta de los Estados Unidos durante el gobierno del siniestro Richard Nixon. Lo que sucedió ese fatídico 11 de Septiembre de 1973 es el hecho de una facción imponiendose sobre otra, asi de simple, y además es historia conocida. Que no nos vengan con el cuento del "triunfo de la libertad", o la reacción frente a la amenaza de una "guerra fratricída", ni nada por el estilo, que por lo demás son puras artimañas propagandísticas de los vencedores, sino que, a lo que realmente asistimos luego de este hecho, fue al derrocamiento de un modelo ideológico que incomodaba a los mismos de siempre y el reemplazo por otro que si acomodaba a esos mismos de siempre. Simple, brutal.
La implementación de este modelo ideológico vencedor significó la reestructuración de la sociedad chilena y del Estado desde sus cimientos y en todos los aspectos: económico, politico y social ¡Por fin habia llegado la hora de hacer las cosas bien! Decian alegres los vencedores. Por fin se acababan las utopías y los ideologismos y se daba la bienvenida al pragmatismo.
Inmediatamente derrocado el gobierno de la UP se dió inicio a esta reestructuración que partió en lo económico con la apertura paulatina y sistemática hacia un modelo basado en la libertad de empresa, la iniciativa privada, la cosagración casi sagrada del derecho de propiedad privada y el mercado como ente regulador de toda la actividad económica y no económica del país. Sin embargo, este proceso de apertura encontraba una piedra de tope, una traba, un obstáculo heredado del "experimento ideológico anterior": el Estado. Este Estado que tenía un tamaño excesivo, que abarcaba demasiado, que impedía el avance del pais con su maraña burocrática y su abierto intervencionismo. Es por eso que la principal batalla era ahora contra el Estado. Había que arrebatarle su poder a toda costa. Se incia así el despojo descarnado del Estado y de sus funciones esenciales, que incluía por supuesto, la educación. Para que las cosas funcionaran de acuerdo al nuevo modelo el Estado debia ser reducida a su mínima expresión, su poder debia ser tan debil que no representara amenaza, un Estado sin poder para amenazar el modelo pero si para resguardarlo. ¡Que no nos venga este Estado con más impuestos, protección social ni redistribución. Para eso tenemos el Mercado!
El sustento ideológico de este modelo se encontró en los postulados del economista Milton Friedman, profesor de la Universidad de Chicago y que tuvo una gran influencia sobre jóvenes promesas políticas de la derecha chilena, de hecho, varios de ellos fueron a hacer sus posgrados de economía en dicha universidad gracias a un convenio establecido entre esta y la Universidad Católica, con la misión sagrada de retornar con la medicina que solucionaría los problemas de nuestro pais. Por este hecho es que fueron apodados como los "Chicago Boys", grupo selecto entre cuyos miembros encontramos a Hernan Büchi, José Piñera -hermano del actual presidente-, Miguel Kast, Cristian Larroulet -actual ministro- y al ahora removido ministro de educación: Joaquin Lavín. Así comienza en Chile a regir el modelo ideologico que nos manda y pesa  hasta el dia de hoy: el Neoliberalismo.
Pero volvamos al tema que nos convoca. La movilización estudiantil de secundarios y universitarios sustenta un petitorio y un discurso claro y preciso: el fortalecimiento de la educacción pública y la recuperación del rol del Estado en la educación. Pero, un momento, esto es precisamente lo que los vencedores se encargaron de aniquilar. Es por eso que no sorprende que el ex ministro Lavín -reconocido chicago boy, opus dei y pinochetista reciclado- reaccione contrariado ante semejantes petitorios de los estudiantes y no dude un segundo de tachar el movimiento como "politizado" o "ideologizado". ¿Como es posible? -dice Lavin- ¡Esas aspiraciones ya fracasaron un vez, eran parte de un "estatismo" inepto y de utopías ideológicas del experimento marxista-leninista, lo que verdaderamente funciona es el Mercado, lo demás, utopía! ¡Malditos ideologizados! ¡Comunachos estatistas y comeguaguas, como los odio! -dice Lavín-
La mercantilización de la educación, que hoy aflige a los estudiantes y los tiene marchando en las calles, entro en vigencia en 1981 a través de la Reforma de la educación superior y secundaria. Esto luego de que se implementara el nuevo ordenamiento institucional patrociando por la flamante Constitución de 1980, concebida a imagen y semejanza del dictador y secuaces, y que consolida sus principios ideológicos y sus intereses. Sistema político heredado y que nos rige hasta el día de hoy, y que encontró su principal mentor ideológico en la figura de Jaime Guzmán.
Jaime Guzmán, el verdadero arquitecto político de la dictadura, fue tambiém uno de los principales impulsores de la reforma de la educación superior y secundaria. No podia ser de otra forma. La educación fue siempre una preocupación para la dictadura, sobre todo la superior, que según ellos era el caldo de cultivo de la "politización" y de la intromisión de "ideologías foráneas" que destruian el ser nacional. El decreto de ley N° 1 del 11 de Septiembre de 1973 no puede se más decidor: “la Fuerza Pública…representa la organización que el Estado se ha dado para el resguardo y defensa de su integridad física y moral y de su identidad histórico-cultural”. Había que defender a Chile que se encontraba en un proceso de destrucción sistemática e integral de los elementos constitutivos de su ser nacional “por efecto de la intromisión de una ideología dogmática y excluyente, inspirada en los principios foráneos del marxismo-leninismo”.
Las universidades eran las fuentes de estas amenazas y en consecuencia habia que intervenirlas y reformarlas. Jaime Guzmán procuró esto desde el primer minuto y se encargó de defender a través de la revista "Realidad", fundada por el mismo, una reforma basada en el constructo ideológico neoliberal, es decir, una vez más, el Mercado como ente regulador de la vida universitaria que garantice la calidad por intermedio de una "sana competencia", para lo cual era necesario por una parte suprimir el financiamiento que hasta entonces era completo, por uno indirecto, el cual debian pelearselo las distintas universidades que lograran captar los mejores puntajes en la PAA. Según la lógica de Guzmán, las ocho universidades públicas de aquel entonces no hacían esfuerzos en superarse a si mismas teniendo el financiamiento asegurado, por lo tanto era necesario condicionarlo para asegurar asi la competencia que asugura la calidad. En segundo término la competencia se aseguraba tambiém con la entrada de la universidades sostenidad por la iniciativa privada. He aqui el origen del gran negocio y descalabro de la educación universitaria en Chile.
Para Jaime Guzmán la educación pública y gratiuta no existe, eso para él estaba claro. Toda "gratuidad" es financiada por alguien, y ese alguien es el Estado. ¿Pórque el Estado debía finanaciar con dinero de todos los contribuyentes chilenos las carreras de personas -que por lo demás eran de sectores medios y altos y tenian los recursos necesarios- que después obtendrian beneficios personales con  altas rentas gracias a sus profesiones? El argumento de Guzmán es bastante lógico, el tipo era inteligente hay que decirlo, siniestro, pero inteligente. Sin embargo, detrás de este argumento, entre líneas, hay sesgo ideológico fascinante por su claridad y convicción: este sesgo es el Individulaismo, que es propio de la ideología liberal y neoliberal. Para Guzmán todos los beneficios derivados de la educación son personales. Atrás queda toda esa concepción de la educación como algo necesario para la sociedad, como una herramienta de  integración de todos sus miembros y como medio de prolongación de su propia existencia. Atrás quedó también toda esa concepción de que los profesionales eran necesarios para el desarrollo del pais, y por lo tanto era una tarea del Estado pagar su formación, eso no rige para Guzmán. La educación para él es un beneficio personal, por ende se paga, directamente los que pueden o a través de subsidios y becas los que no pueden, pero todos pagan.
La mercantilización de la educación secundaria se aseguró a través de dos flancos de acción. Por una parte la implemetación de la llamada "municipalización", que se hacía con el argumento de "descentralizar" su administración, los cual es una mera patraña, hasta el dia de hoy este pais sigue escandalosamente centralizado. El objetivo real aquí era desligar del Estado esta pesada responsabilidad y traspasarla a los municipios, es es todo, y está en perfecta armonía con los objetivos propuestos por la dictadura de reducir el Estado a su mínima expresión.
El otro flanco fue la instauración de un principio ideológico neoliberal por excelencia, inspirado tambien por los postulados de Friedman: "La Libertad de Enseñanza". Este principio encierra varios postulados que es necesario dilucidar. Quienes lo defienden argumentan la libertad que tendrían los padres -en función de lo que puedan pagar- de elegir el tipo de educación y por ende el tipo de colegio que quieren para sus hijos. ¡Eso está muy bien! Sin embargo, este principio esconde algo más profundo y terrible. Lo que realmente conlleva este principio es la delegación a los padres, en función de sus posibilidades,  la responsabilidad de educar a sus hijos. El Estado está diciendo con esto que a él no le corresponde garantizarte nada. 
Literalmente te dice: ¡arreglatelas como puedas! ¡elige en el Mercado el producto educacional que más te acomode! ¡Si quieres educación, paga por ella! Por supuesto que con este principio la educación como un "derecho" que está consagrado en nuestra Constitución queda en entredicho, como garantía. Este principio ha generado este lastre educacional que hoy tenemos. Una educación desigual, repugnantemente clasista y mediocre en cuanto a su calidad. Y lo que es peor, un montón de gente ganando plata a costa de ella más encima ¡Como no van a estár enojados los estuadiantes!
El gobierno actual abraza estos principios con convicción y vigorisidad. Son fieles a ellos, por eso les cuesta tanto escuchar y entender a los estudiantes. La Concertación es responsable por omisión y falta de voluntad   al no reformar este sistema, ellos sólo querian aferrarse al poder, por eso transaron sin parar como dice Jocelyn-Holt. Asi que no pueden ahora rasgar vestiduras. ¡¿Acaso nos creen zopencos?!
Pero los personeros del actual gobierno fueron parte de la creación del modelo. Todos son pinochetistas reciclados, aunque no lo digan. Todos defendieron y se beneficiaron del modelo y no lo pueden ocultar. El otrora ministro Joaquín Lavín es un neoliberal de Chicago, es dueño de una universidad privada, es un férreo defensor del modelo educacional actual porque lo beneficia.
Asi que la batalla de los estudiantes es dura porque se enfrentan a quienes fueron simpatizantes y colaboradores del modelo implantado en la dictadura de Pinochet y patrocinado por el señor Jaime Guzmán y otros.
Pinochet y Guzmán están muertos y enterrados. Los estudiantes, profesores y la ciudadanía en general debieran batallar para que esté modelo educacional que nos legaron yazca también...muerto y enterrado.














No hay comentarios:

Publicar un comentario